“… NADIE PODRÁ PONER UN LÍMITE AL AMOR DE DIOS QUE PERDONA”*

¿Quién podrá cantar las misericordias del Señor?
A pesar de mi pequeñez te comparto esta reflexión; todos los santos han quedado muy cortos en tratar de hablar de su misericordia…pero en este año, más que en otro cualquiera, estamos invitadas a: ”entrar y  experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza” (no.3) Aquí, creo, se nos invita a abrir nuestras pequeñas puertas personales de misericordia a todos aquellos con los que nos encontremos … Porque, “eterna es su misericordia” Sal. 136; la misericordia como el amor no se puede definir, pero sí se puede decir qué es lo que hace, cuál es el dinamismo que nos provoca, ya que a nosotras también:“miserando atque eligendo” es de aquí que nace nuestra vocación como carmelita, como cristiana, como persona.
Y ya que.. “misericordiosos como el Padre” es el lema del Año Santo (no.13), podríamos parafrasear y decir misericordiosas como nuestra Santa Madre, que es bien sabido que no dejó constancia de los muchos contratiempos que le hicieron los hijos de Adán (hijas e hijos). En sus cartas, a lo más que hay es “espanto” por los reveses de las personas, y toda crítica o juicio lo acalla con una mirada de misericordia, y a ello estamos invitadas, mas bien a ser hijas de tal madre, e hijas de tal Padre, pues con inmensa misericordia nos ha acogido como hijas suyas. Para esto confiemos en “Que Dios la puede hacer tal, si, por su bondad y misericordia” C. 17,1 Pues “No puedo yo creer que alma que tan junto llega de la misma misericodia, adonde conoce la que es y lo mucho que le ha perdonado Dios, deje de perdonar luego con toda facilidad y quede allanada  en quedar muy bien con quien la injurió”. C. 36, 12.  Vemos así como la misericordia va de la mano con el perdón, con la conversión, con el amor, que nos invita a abrir nuestro corazón a la inmensidad de Dios y nuestros hermanos. Si, toda nuestra existencia es una alabanza a su misericordia, en la que cuando estamos en la oración, sin nada que nos distraiga de la voz de Jesucristo, nos damos cuenta de la verdad de su amor, bien, bondad, etc. Podemos ya desde ahora cantar sus misericordias con toda nuestra existencia.
Cuando tengamos tentaciones de pensar que soy mejor, que otro- a ,o pensar que ha obrado mal, de contar por menores del prójimo :“atajad el pensamiento de vuestra miseria lo mas que pudiereis, y ponedle en la misericordia de Dios y en lo que nos ama y padeció por nosotros” C 39,3 Que ya sabemos que Dios sabe por dónde lleva a sus hijos e hijas, y nosotras no haremos algo mal o lo que sería peor, no ser imagen de su misericordia.
Entonces, ¿Qué es misericordia?
Misericordia es: experimentar el perdón, es experimentar la pequeñez, es vivir de su amor, es vivir en comunión con tus hermanas y hermanos, es poder orar por todo aquello que Dios desea, es  amar todo lo que ama Dios, es renunciar a la venganza como Dios renuncia a ella, es tapar los defectos de tus hermanas, es esperarlo todo de Dios y tu comunidad. Es reproducir cada vez mas la imagen de Dios en nosotras, que lo único que pide es que le dejemos obrar, puesta nuestra confianza en él, y así llegamos a“la justicia (que en la sagrada Escritura) es concebida esencialmente como un abandonarse confiado en la voluntad de Dios” (no. 20).
Muchas personas lo tienen especialmente difícil el perdón,en estos tiempo tan violentos no solo social sino también a nivel religioso, nosotras que somos el alférez ( y lo tenemos todo), no dejemos la bandera del amor en manos enemigas, pues tantas personas lo necesitan.
Creo que todas hemos experimentado la misericordia, la mía es haberme traído al Carmelo, a una hermosa vocación a la cual no respondo sino con su misma misericordia y en acción de gracias por ser tan misericordioso conmigo, pues hubo pasos precedentes que me trajeron aquí…
¿cuál es tu experiencia de misericordia?
¿La quieres compartir?
Seamos locas de su amor y cantemos las misericordias del Señor…
Pido a Dios que a todos nos conceda ser conscientes de su amor, de su misericordia, pues eso sin duda: somos amados, lo que casi siempre nos falta es caer en la cuenta de que somos amados, de que usa siempre de misericordia para con nosotras, aún cuando hacemos algo bueno es por Él que lo podemos hacer…
Gracias por haberme permitido recordarles lo que ya saben:
Isabel de la Encarnación. O.C.D.




Las citas están tomadas de: “Misericoria Vultus"

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